sábado, 31 de diciembre de 2016

Un adiós con esperanza

Queridos/as compañeros/as:

A todos nos llega el momento de volar y buscar nuevos retos y para mí ese momento es ahora. En 33 años de andar sobre la Tierra he aprendido que la vida es demasiado corta para guardar rencor porque el rencor nos enferma lentamente. La paz nos sana y por eso debemos buscarla incansablemente. 
Para mí ha llegado el momento de partir de Diario La Prensa después de 13 años -¡casi la quinta parte de una vida!- llenos de invaluables experiencias vitales y aprendizajes que me han dado más valentía, seguridad y confianza en mí misma y me han convertido en mejor profesional.

Son 13 años de crecimiento profesional, pero sobre todo es una época que me ha dejado compañeras y compañeros que ahora veo como amigas y amigos con quienes he compartido momentos de tensión por el trabajo exigente de cada día y más que todo muchos instantes felices en los que nos hemos contado nuestras tristezas y alegrías, nuestras esperanzas y temores.

Son 13 años en los que han pasado muchas cosas: arreglé mi casa, adelgacé, viaje a otros países, volví a subir de peso, obtuve una maestría, murió mi madre y encontré al amor de mi vida...
Siento nostalgia, claro que sí, pero eso es parte del proceso de la vida y ese proceso nos exige movernos adelante, seguir creciendo, aprender cada día nuevas cosas que nos llenen de emoción y confianza.

En mis primeros días en La Prensa era una muchacha inexperta, pero las exigencias del trabajo cotidiano y la presión interminable de sacar a tiempo las notas me cambiaron y me forjaron como lo que soy ahora: una profesional de las comunicaciones, y por eso puedo decirles que siento nostalgia al irme del medio donde durante 13 años pasé seis días a la semana, a veces en jornadas completas de 24 horas, pendiente del rumbo del mundo. Pero me pregunto: ¿cuándo el mundo estuvo pendiente de mí? ¿Cuándo estuve pendiente de mí misma?

Este es el momento de estar pendiente de mí misma.Ahora.

Gracias a La Prensa por permitirme crecer y a la licenciada María Antonia por las múltiples oportunidades durante mi proceso en el periódico.

Gracias, amigas y amigos, por llenar mis días de mucha felicidad y amor. Estoy abierta a las posibilidades y seguir haciendo los cambios en las comunidades que más lo necesiten.

Los quiero.

sábado, 30 de julio de 2016

Después de los 33


Mi nueva vida comienza ahora...


Una foto publicada por Dunia Orellana (@duniacarola) el

La vida solo es una y he tenido que pasar 33 años para descubrirlo. Tuvimos la oportunidad de nacer y ser bendecidos con cada día.

Soy más consciente de quien soy y hacia donde va mi vida. Sé que lo más importante para mí es seguir cuidando mi salud y paz interior. Por muchos años he intentado perder muchas libras que me sobran, algunas veces lo he logrado, pero por lo general también las he vuelto a recuperar. Hoy me siento más consiente que deseo seguir sanando y no por una competencia de cuantas libras pierdo al mes sino por estar feliz conmigo.

 Soy feliz, me quiero y me amo. Tengo un hermoso novio que me acompaña en mis luchas, me ama como soy y juntos luchamos por estar saludable. Ricardo es mi fiel acompañante, él sabe mis alegrías y tristezas y en medio de todo sabe que tengo la fuerza para seguir luchando. Hay muchos ángeles en mi vida, pero él es uno de los más grandes porque me enseña a ser mejor persona, lo amo porque sé que juntos somos uno.

Cuando veo a mis sobrinos bailar o correr me digo a mi misma yo también puedo hacer lo que siempre he querido: actuar, bailar, correr, andar en bici, nadar, escalar montañas y enseñar. Elijo no juzgarme, solo quiero vivir más para alimentarme mejor, hacer ejercicio y seguir luchando por mis causas, que tengo muchas, pero en este momento la más importante es cuidarme a mi misma. Mi presente está lleno de muchas posibilidades y sé que tengo el poder dentro de mí para seguir creciendo y sanando.

jueves, 16 de junio de 2016

Esperando los 33

Una foto publicada por Dunia Orellana (@duniacarola) el



Un día más de vida, un sueño más por cumplir. Faltan más de 26 días para llegar a mi cumpleaños 33 y en un momento de mi adolescencia pensé que no estaría aquí, tal vez estoy celebrando antes de tiempo, pero quiero por hoy ser feliz y compartirlo. Amo que mis padres me hayan concebido y aunque me ha costado mucho tiempo reconocerlo, sólo sé que les agradezco el hecho de darme vida. Mi mamá Marina y mi padre Roberto hicieron que sus vidas se cruzaran y ahora yo soy el fruto de esa unión. Aunque físicamente ya no estén conmigo, yo los siento, ellos no se han ido porque su presencia siento que está en cada espacio de la casa y yo soy su mayor prueba de amor.

Las alegrías también van acompañadas de oportunidades y siento que he tenido muchas, unas más apreciadas que otras y otras que simplemente no he tenido la oportunidad de hacerme sentir, no me quejo, tengo tanto que agradecer a la vida y al creador. Hoy soy más feliz que antes aunque tenga todavía temas pendientes que resolver, no dejo de luchar.

Mi amado Ricardo desde hace más de tres años llena de felicidad cada uno de mis días. Sí el amor me ha hecho subir de peso y siento que por momentos soy tan afortunada que se me olvida hacer ejercicio o comer más saludable. El amarme a mi misma ha sido un proceso que no imaginé que experimentaría ahora como menos carne y planeo un día convertirme en una vegana saludable, también he aprendido a nadar y andar en bicicleta. Junto a amor vamos experimentado cada día nuevas metas y él me inspira a cumplir mis sueños que ahora son los de él. Amo que me haga sentir viva, llena de amor y capaz de hacerme sentir amada. Muchas veces no entendía que parar amar a los demás se necesitaba amarse a uno mismo, yo trabajo en ello. Aunque tengo muchos retos por cumplir como dejar de enojarme por cosas pequeñas, tengo que aprender a respirar y estar a la defensiva. Mi salud emocional ahora es lo más importante y eso lo Ricardo lo sabe por eso vivo el hoy. 

En mi presente está Sebastián, Emilio, Mariana, Larissa, Rachel, Isabel, Mercy, Mercedes, Beto, Gabriela, Vanessa ellos son mi familia más cercana por la que vivo y de una u otra manera sueño que estemos más unidos. Mi otra familia la que veo como parte de mi hermandad  es Lola, Kenia, Sabino, Tatiana, Lisseth, Norma, Reynaldo, Armando, Bladimir, Leo, Juan Francisco, Jelsson, Karen, Johana, Mario, German, Lastenia, Kleymer, Tania, Jessica, Karen, José Luis, Nelson, Evelyn, Daniela, Angela, Dennis, Catalina, y muchos más a quien respeto y también muchos más que forman parte de mi otra familia. No sé que nos tenga deparado el destino a cada uno, pero honestamente deseo que lo mejor venga y logremos cumplir con nuestros sueños más allá de los prejuicios. 

Hoy más que nunca doy las gracias por sentir más consiste de mi propia existencia y amar cada vez más fuerte.